Muchos directores y ejecutivos se preguntan respecto al papel que cumple un oficial de ética en la organización y qué tan necesario es el hecho que exista esta función. La respuesta la podrán inferir a partir de lo que les comento a continuación.
La función "oficial de ética", ayuda a las organizaciones esencialmente y sin duda alguna a mejorar el ambiente ético y de transparencia, pudiendo llevar a cabo todas las iniciativas éticas de la entidad como un todo, por lo que su ámbito de acción pasa a ser corporativo (transversal).
Esta función, debe tener un cierto grado de independencia, considerando que aquí se tratarán asuntos éticos inherentes a todos los miembros de la organización, es decir, desde el directorio, pasando por la administración superior y cruzando todas las unidades funcionales de la entidad. En este contexto, es recomendable que esta función le reporte a un comité de ética en el directorio, situado en el más alto nivel de la estructura organizativa.
En el caso de las entidades públicas y/o educacionales, la estructura debería ser homóloga a lo que menciono en el párrafo anterior, es decir, velando por la debida independencia de esta función, debería reportarle a un comité de ética situado en el más alto nivel de la entidad, a fin de que la función tenga efectividad, de lo contrario esto tiende a diluirse en el tiempo.
En algunas entidades he podido observar que existen comités de ética, pero estos están compuestos por gerentes de primera línea o mandos medios, en donde el gerente de recursos humanos pasa a cumplir el papel de "oficial de ética" y sin un canal de interacción de estos temas hacia el directorio, pero claramente este tipo de estructuras tiende a no tener mucha efectividad, dado a que el peso específico que toman las iniciativas éticas pierde relevancia. Entonces aquí nos preguntamos: ¿qué pasa si un ilícito ético está relacionado con el gerente general? Tema del que tiene que tomar conocimiento el directorio y es ahí donde la "independencia" pasa a jugar un papel fundamental cuando conformamos este tipo de estructuras que son parte de un gobierno corporativo deseable y alineado con las buenas prácticas.
Lo otro que se debe tener en consideración cuando nos referimos a esta función, es el hecho que cuente con herramientas tecnológicas o plataformas de denuncias que le permita recabar información del comportamiento ético de los miembros de la organización, lo que sin duda alguna, permite identificar una serie de ilícitos en este ámbito de forma mucho más proactiva y por ende, los miembros de las organizaciones tienden a ser mucho más disciplinados en su actuar, al saber de la existencia de este tipo de canales (efecto disuasivo). Esta información debe ser canalizada por medio de workflows a los miembros del comité de ética, a fin de que exista un adecuado control por oposición de interés.
Desde el punto de vista de privacidad y seguridad de la información, es recomendable que estas plataformas tecnológicas de denuncias éticas, se encuentren alojadas en servidores externos a la organización y contratados a una firma especialista en la materia, que utilice estándares de clase mundial y que le garanticé la confidencialidad, integridad y disponibilidad de la información, dado a que de estar alojado en servidores internos de la entidad, existe el riesgo de que la información sea alterada, producto de conductas alejadas a la ética.
Otro de los puntos importantes a considerar, es que esta función debe monitorear las conductas éticas de sus colaboradores internos y externos, es decir, para todos sus stakeholders, dado a que un ilícito ético de proporciones y que esté relacionado por ejemplo con un socio estratégico o proveedor principal, podría poner en riesgo la reputación de la organización, por lo que llegamos a concluir que el rol del "oficial de ética" pasa a ser de real relevancia para la entidad.
Por cierto, para darle sustentabilidad y operatividad en el tiempo a esta función y al modelo de
ética en la organización, así como mencionamos las herramientas tecnológicas, es necesario contar con los códigos de ética que fijen las directrices y alcances, lo cual debe ser conocido cabalmente por los colaboradores internos y en los ámbitos que le compete a los stakeholders externos.
Si quieres conocer plataformas tecnológicas que te ayudan en este ámbito, puedes revisarlo aquí:
Plataforma Canales de Denuncia y Líneas Éticas
La función "oficial de ética", ayuda a las organizaciones esencialmente y sin duda alguna a mejorar el ambiente ético y de transparencia, pudiendo llevar a cabo todas las iniciativas éticas de la entidad como un todo, por lo que su ámbito de acción pasa a ser corporativo (transversal).
Esta función, debe tener un cierto grado de independencia, considerando que aquí se tratarán asuntos éticos inherentes a todos los miembros de la organización, es decir, desde el directorio, pasando por la administración superior y cruzando todas las unidades funcionales de la entidad. En este contexto, es recomendable que esta función le reporte a un comité de ética en el directorio, situado en el más alto nivel de la estructura organizativa.
En el caso de las entidades públicas y/o educacionales, la estructura debería ser homóloga a lo que menciono en el párrafo anterior, es decir, velando por la debida independencia de esta función, debería reportarle a un comité de ética situado en el más alto nivel de la entidad, a fin de que la función tenga efectividad, de lo contrario esto tiende a diluirse en el tiempo.
En algunas entidades he podido observar que existen comités de ética, pero estos están compuestos por gerentes de primera línea o mandos medios, en donde el gerente de recursos humanos pasa a cumplir el papel de "oficial de ética" y sin un canal de interacción de estos temas hacia el directorio, pero claramente este tipo de estructuras tiende a no tener mucha efectividad, dado a que el peso específico que toman las iniciativas éticas pierde relevancia. Entonces aquí nos preguntamos: ¿qué pasa si un ilícito ético está relacionado con el gerente general? Tema del que tiene que tomar conocimiento el directorio y es ahí donde la "independencia" pasa a jugar un papel fundamental cuando conformamos este tipo de estructuras que son parte de un gobierno corporativo deseable y alineado con las buenas prácticas.
Lo otro que se debe tener en consideración cuando nos referimos a esta función, es el hecho que cuente con herramientas tecnológicas o plataformas de denuncias que le permita recabar información del comportamiento ético de los miembros de la organización, lo que sin duda alguna, permite identificar una serie de ilícitos en este ámbito de forma mucho más proactiva y por ende, los miembros de las organizaciones tienden a ser mucho más disciplinados en su actuar, al saber de la existencia de este tipo de canales (efecto disuasivo). Esta información debe ser canalizada por medio de workflows a los miembros del comité de ética, a fin de que exista un adecuado control por oposición de interés.
Desde el punto de vista de privacidad y seguridad de la información, es recomendable que estas plataformas tecnológicas de denuncias éticas, se encuentren alojadas en servidores externos a la organización y contratados a una firma especialista en la materia, que utilice estándares de clase mundial y que le garanticé la confidencialidad, integridad y disponibilidad de la información, dado a que de estar alojado en servidores internos de la entidad, existe el riesgo de que la información sea alterada, producto de conductas alejadas a la ética.
Otro de los puntos importantes a considerar, es que esta función debe monitorear las conductas éticas de sus colaboradores internos y externos, es decir, para todos sus stakeholders, dado a que un ilícito ético de proporciones y que esté relacionado por ejemplo con un socio estratégico o proveedor principal, podría poner en riesgo la reputación de la organización, por lo que llegamos a concluir que el rol del "oficial de ética" pasa a ser de real relevancia para la entidad.
Por cierto, para darle sustentabilidad y operatividad en el tiempo a esta función y al modelo de
ética en la organización, así como mencionamos las herramientas tecnológicas, es necesario contar con los códigos de ética que fijen las directrices y alcances, lo cual debe ser conocido cabalmente por los colaboradores internos y en los ámbitos que le compete a los stakeholders externos.
Si quieres conocer plataformas tecnológicas que te ayudan en este ámbito, puedes revisarlo aquí:
Plataforma Canales de Denuncia y Líneas Éticas